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El glaucoma en personas mayores es una afección ocular común que afecta especialmente a los ancianos, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible controlarlo eficazmente.
A continuación, te explicaremos qué es el glaucoma, sus tipos, cómo medir la tensión ocular y los tratamientos disponibles para esta enfermedad.
Tabla de contenidos
El glaucoma es una enfermedad que afecta al nervio óptico, la parte del ojo que transmite imágenes al cerebro. Se produce cuando la presión en el ojo, conocida como presión intraocular, aumenta, dañando el nervio óptico y provocando pérdida de visión. Si no se trata, el glaucoma en personas mayores, puede llevar a la ceguera. Por ello, es importante que las personas mayores se sometan a exámenes de detección de glaucoma de forma regular.
Existen varios tipos de glaucoma, pero los dos más comunes son el glaucoma de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo cerrado.
Este es el tipo más común de glaucoma en personas mayores y suele desarrollarse lentamente. Aquí, el aumento de la presión intraocular se debe a un drenaje lento del fluido del ojo, aunque el ángulo entre la córnea y el iris es normal.
Normalmente, no presenta síntomas hasta que la enfermedad ha avanzado.
Este tipo de glaucoma es menos común y puede aparecer repentinamente. Se produce cuando el ángulo entre la córnea y el iris se cierra, bloqueando el drenaje del fluido del ojo y aumentando rápidamente la presión intraocular. Este tipo de glaucoma en personas mayores puede causar síntomas graves y requiere atención médica inmediata.
En este tipo de glaucoma, la presión ocular se mantiene en un rango considerado normal, pero el nervio óptico aún sufre daño. Los expertos no están seguros de por qué sucede esto, pero puede estar relacionado con un suministro sanguíneo insuficiente al nervio óptico.
Este tipo de glaucoma es raro y ocurre en bebés que nacen con un defecto en el ángulo de drenaje del ojo. No suele darse este tipo de glaucoma en personas mayores. Puede ser hereditario y se suele detectar durante los primeros meses de vida del bebé.
Este tipo de glaucoma es causado por una afección médica subyacente, como la diabetes, una lesión ocular, ciertos medicamentos o una inflamación ocular.
La tensión ocular normal varía entre 10 y 21 mm Hg (milímetros de mercurio). Una presión superior a este rango puede ser indicativa de glaucoma, aunque no todas las personas con alta presión intraocular desarrollarán la enfermedad. Es muy importante tener controlada la tensión ocular en personas mayores para poder tener una detección precoz de glaucoma en personas mayores
La tensión ocular se mide a través de un procedimiento llamado tonometría, que generalmente se realiza en el consultorio de un oftalmólogo.
El tonómetro puede ser de contacto, que toca la superficie del ojo después de aplicar una gota anestésica, o de no contacto, que utiliza un soplo de aire para medir la presión.
El tratamiento del glaucoma se enfoca en reducir la presión intraocular. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos en forma de gotas para los ojos o píldoras, terapia láser o cirugía. El tipo de tratamiento dependerá de la gravedad del glaucoma y de cómo responde el paciente al tratamiento.
El glaucoma es una afección ocular que daña el nervio óptico, que es esencial para la visión. Este daño a menudo se debe a una presión ocular alta.
En el caso del glaucoma de ángulo abierto, que es el tipo más común, los síntomas suelen ser graduales y pueden no ser notables hasta que la enfermedad ha avanzado considerablemente. Algunos de los síntomas pueden incluir:
El glaucoma de ángulo cerrado, que es menos común, pero más urgente, puede presentar síntomas más notables y agudos, como:
El glaucoma en personas mayores es una dolencia habitual, que en casos graves puede llevar a la ceguera. Por ello, es muy importante que las personas de edad avanzada acudan a revisiones periódicas en busca de síntomas de glaucoma.