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La diabetes en personas mayores es una afección que se está convirtiendo en una verdadera preocupación para la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 422 millones de personas en todo el mundo tienen diabetes, y un gran porcentaje de ellas son personas mayores.
Pero ¿por qué? Para tener una comprensión clara del tema, necesitamos entender primero qué es la diabetes y posteriormente cómo afecta la diabetes a las personas mayores. ¡Así que vamos allá!
Tabla de contenidos
La diabetes es una enfermedad crónica que se produce cuando el cuerpo no puede regular adecuadamente los niveles de glucosa en la sangre, un tipo de azúcar que es la principal fuente de energía para el organismo. Esto puede suceder porque el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa de manera efectiva. La insulina es una hormona que ayuda a que las células del cuerpo absorban la glucosa de la sangre.
Existen varios tipos de diabetes, pero los más comunes son la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2.
La diabetes en personas mayores es especialmente problemática. Con la edad, la producción de insulina puede disminuir y la resistencia a esta hormona puede aumentar, lo que puede llevar a la diabetes tipo 2.
Además, la diabetes en los adultos mayores puede agravar otras enfermedades crónicas que suelen presentar las personas mayores, como enfermedades cardiovasculares, renales y oculares.
En los mayores, los síntomas de la diabetes pueden variar, y algunos pueden confundirse con el proceso de envejecimiento normal. A continuación, te mencionaremos algunos de los síntomas más comunes a tener en cuenta:
Los signos de diabetes tipo 2 pueden ser sutiles y fáciles de pasar por alto. Estos pueden incluir fatiga, sed excesiva, aumento en la frecuencia de orinar, visión borrosa, pérdida de peso inexplicada, y cicatrización lenta de las heridas. Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden desarrollarse lentamente a lo largo de varios años.
El diagnóstico de la diabetes se realiza generalmente mediante una serie de pruebas de sangre que miden los niveles de glucosa. Esto puede incluir un análisis de sangre en ayunas, una prueba de glucosa en sangre al azar, o una prueba de tolerancia a la glucosa oral.
Si una persona tiene síntomas de diabetes y sus niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal, se le diagnosticará diabetes.
Controlar la diabetes en personas mayores puede ser un desafío, pero con las estrategias correctas, es posible mantener los niveles de glucosa en sangre bajo control y reducir el riesgo de complicaciones.
Una alimentación saludable es fundamental para controlar la diabetes. Para ello, hay que consumir una variedad de alimentos saludables en las proporciones correctas, limitar la ingesta de azúcares y grasas saturadas, y comer a intervalos regulares durante el día.
La actividad física regular también juega un papel vital en el manejo de la diabetes. Puede incluir actividades moderadas como caminar, nadar o andar en bicicleta.
Siempre es importante que las personas mayores consulten a su médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios.
Y recuerda, aunque la diabetes en las personas mayores es una afección común y potencialmente grave, con el diagnóstico y tratamiento adecuados, es posible vivir bien con diabetes en la tercera edad. ¡Así que haz caso a las indicaciones de tu médico y empieza a llevar unos hábitos más saludables!