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Cuidar de nuestra salud es fundamental en todas las etapas de la vida. Especialmente en la tercera edad, donde algunos desafíos de salud pueden presentarse con mayor frecuencia. Uno de ellos es el ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), una afección que puede tener graves consecuencias para la salud de las personas mayores.
En este artículo, nos enfocaremos en comprender qué es un ictus y en los síntomas que pueden alertarnos sobre su presencia. Conocer estos signos tempranos puede marcar la diferencia para un diagnóstico y tratamiento oportunos, ayudando a reducir el impacto de esta condición en la vida de nuestros seres queridos.
Acompáñanos mientras exploramos los síntomas del ictus y cómo actuar rápidamente para brindar el apoyo adecuado a quienes lo necesitan.
Tabla de contenidos
Un ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, se produce cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, privando al cerebro de oxígeno y nutrientes. En minutos, las células cerebrales comienzan a morir.
Los ictus en personas mayores son especialmente comunes debido a ciertas condiciones y cambios relacionados con la edad.
Existen dos tipos principales de ictus: los isquémicos, causados por coágulos o placas que bloquean el flujo sanguíneo, y los hemorrágicos, causados por sangrados en el cerebro.
En las personas mayores, los factores de riesgo para el ictus incluyen:
El riesgo de sufrir un ictus también puede aumentar con la edad, especialmente después de los 65 años.
Los síntomas de un ictus en personas mayores pueden variar, pero generalmente incluyen la repentina aparición de debilidad o parálisis en una parte del cuerpo, generalmente en un lado, problemas de habla o comprensión, visión borrosa o pérdida de la visión, dolor de cabeza severo sin causa conocida, mareos, y problemas de equilibrio o coordinación.
El reconocimiento rápido de estos síntomas y la obtención de atención médica inmediata son cruciales para minimizar el daño cerebral y aumentar las posibilidades de recuperación.
A continuación, te dejamos algunos consejos para prevenirlo:
Si sospechas que una persona mayor puede estar sufriendo un ictus, es vital actuar rápidamente. Recuerda el acrónimo FAST (en inglés): F (Face – Rostro), si la cara de la persona cae de un lado; A (Arms – Brazos), si no puede levantar ambos brazos; S (Speech – Habla), si su habla es confusa o incomprensible; y T (Time – Tiempo), si observas alguno de estos signos, es hora de llamar a los servicios de emergencia inmediatamente.
Los micro ictus, también conocidos como pequeños ictus en personas mayores, son episodios breves de síntomas neurológicos causados por una falta de flujo sanguíneo en el cerebro, la médula espinal o la retina.
Aunque los síntomas de estos mini-ictus a menudo desaparecen en un corto período de tiempo, pueden ser un signo de advertencia de un ictus completo en el futuro y deben ser tomados en serio.
Como ves, la detección temprana y el tratamiento de los síntomas de un ictus en personas mayores pueden marcar una gran diferencia en el pronóstico y la recuperación. Mantén a tus seres queridos seguros conociendo los signos y síntomas de un ictus, y toma medidas preventivas para reducir el riesgo.