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¿Sabías que la esclerosis múltiple es hasta tres veces más frecuente en las mujeres que en hombres? Esta enfermedad autoinmune que afecta al cerebro y a la médula espinal conlleva diferentes síntomas, dependiendo de cada persona. Los primeros síntomas de esclerosis múltiple en mujeres suelen aparecer en la juventud, entre los 20 y los 40 años. De hecho, hoy en día, esta enfermedad es la principal causa de discapacidad en los jóvenes, tras los accidentes de tráfico.
Puesto que es una enfermedad crónica que suele afectar desde joven, los efectos pueden acompañar durante toda la vida, generando un impacto notable en la salud física, cognitiva y emocional, especialmente en etapas avanzadas. En este artículo trataremos de explicar por qué la esclerosis múltiple es más frecuente en mujeres que en hombres, y daremos a conocer los síntomas más comunes y también aquellos que son específicos en las mujeres.
Tabla de contenidos
La esclerosis múltiple en mujeres jóvenes y mayores presenta un amplio rango de síntomas que varía según la evolución de la enfermedad. Esta afección ocurre cuando el sistema inmunológico ataca por error a la mielina, que es una sustancia que recubre y protege a las neuronas, provocando daños en el sistema nervioso central.
A medida que la enfermedad progresa, los síntomas de esclerosis múltiple en mujeres y hombres se intensifican, especialmente en personas mayores con una larga evolución. Identificar estos síntomas permite personalizar el tratamiento y mejorar su calidad de vida:
La fatiga es uno de los síntomas de la esclerosis múltiple más frecuentes. Afecta al 80% de las personas con esta enfermedad y puede ser realmente debilitante, dificultando las actividades cotidianas.
Los primeros síntomas de esclerosis múltiple en mujeres incluyen neuritis óptica, caracterizada por visión borrosa, pérdida de visión parcial de uno de los ojos, además de movimientos involuntarios de los ojos.
Es muy frecuente, entre los primeros síntomas de la esclerosis múltiple, que aparezcan problemas sensitivos, como el entumecimiento y hormigueo en las manos, pies, piernas o en la cara.
La dificultad para caminar, los espasmos musculares y los problemas de coordinación son comunes en la esclerosis múltiple en hombres y mujeres, pero más pronunciados aún en personas mayores, debido al deterioro progresivo de esta enfermedad.
La enfermedad puede afectar a la memoria, a la concentración y a las capacidades organizativas, complicando las actividades diarias de las personas jóvenes y mayores con esclerosis múltiple.
El dolor y la rigidez muscular o neuropática y los espasmos involuntarios son síntomas frecuentes que suelen intensificarse en estadios avanzados, limitando la movilidad y la independencia de la persona afectada.
¿Por qué la esclerosis múltiple es más frecuente en las mujeres? Aunque las causas exactas aún se investigan, los expertos señalan varios factores que contribuyen a esta disparidad:
Se ha observado que las fluctuaciones hormonales, como las asociadas al ciclo menstrual, al embarazo o a la menopausia, influyen en la aparición y progresión de la esclerosis múltiple en mujeres jóvenes.
De este modo, está comprobado que durante la menstruación, los síntomas de la enfermedad (fatiga, dolor, espasticidad) se intensifican. En cambio, durante el embarazo disminuye la frecuencia de brotes para después, en el posparto, volver a intensificar los síntomas. También en la menopausia, con la disminución de estrógenos, vuelve a incrementarse el riesgo de recaída.
La exposición limitada al sol, los niveles bajos de vitamina D y el tabaquismo son factores de riesgo reconocidos para la esclerosis múltiple en mujeres. De hecho, varios estudios han demostrado que la influencia de la vitamina D en el sistema inmune y en la EM es más importante en las mujeres que en los hombres.
Según diversos estudios científicos, las mujeres presentan una respuesta inmunológica más fuerte, lo que podría explicar su mayor vulnerabilidad a enfermedades autoinmunes.
Existe un componente genético que interviene en el desarrollo de la esclerosis múltiple. No obstante, hasta el momento no se han detectado diferencias genéticas entre hombres y mujeres.
Como vemos, la esclerosis múltiple es una enfermedad compleja que afecta a hombres y mujeres, jóvenes y adultos. Para aquellas personas que han convivido con esta enfermedad durante años, puede existir una limitación funcional. Pero, a pesar de no tener cura, sí que es posible mejorar la calidad de vida siguiendo un tratamiento y atención adecuados.
Es por eso que nuestro centro especializado Bouco Madrid Mirasierra contamos con una Unidad de Rehabilitación en patologías neurológicas pensada para aquellas personas con diversidad funcional que precisen de una atención intensiva o continua de alto nivel de especialización. Nuestro equipo médico transdisciplinar ofrece una atención integral formada por los servicios de psicología, fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia.Además, nuestras instalaciones están equipadas con tecnología de vanguardia y espacios diseñados para facilitar las terapias físicas y cognitivas, dependiendo de las necesidades y síntomas de esclerosis múltiple. La finalidad de nuestros tratamientos es conseguir que las personas afectadas por la EM puedan llevar una buena calidad de vida y ser independientes el mayor tiempo posible.