Hipertensión: tensión alta en personas mayores

02/02/2024

A medida que cumplimos años y el cuerpo envejece,pueden aparecer ciertas enfermedades como la hipertensión y la hipotensión. La prevalencia de hipertensión en España es alta. Según datos de la Sociedad Española de Cardiología el 42,6% de la población adulta española de edad igual o superior a 18 años es hipertensa, más en el caso de los varones (49,9%) que las mujeres (37,1%).  Debemos tratar de mantener la tensión arterial regulada a cualquier edad, pero especialmente si se da tensión alta en personas mayores de forma habitual, ya que los riesgos de salud asociados pueden ser muy graves.

Recordemos que la tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al circular sobre las paredes de las venas. Esa fuerza es necesaria para poder hacer que la sangre, que transporta oxígeno y nutrientes, llegue a todo el organismo. Pero si esa fuerza es exagerada, o es poca, o está descompensada, podemos tener problemas importantes, como son las enfermedades cardiovasculares y renales.

Según la Fundación Española del Corazón los niveles normales de presión arterial sistólica (máxima) están entre 120-139 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80 y 89 mmHg. Cifras más bajas también pueden considerarse normales, siempre que no provoquen ningún síntoma.

Causas de la hipertensión en personas mayores

¿Por qué sube la tensión arterial con la edad? La respuesta la encontramos en varios factores: 

  • Rigidez de las arterias (arteriosclerosis). Con el envejecimiento, las arterias tienden a volverse más rígidas y menos elásticas. Esto puede dificultar que las arterias se dilaten y se contraigan de manera eficiente, lo que conduce a un aumento en la presión arterial.
  • Cambios en la función renal. Precisamente, la función renal puede disminuir con la edad. Esto conlleva que los riñones no puedan controlar el equilibrio de sal y agua en el cuerpo y, por tanto, no puedan regular la presión arterial.
  • Hormonas. Los cambios en los niveles hormonales pueden influir en una mayor retención de sal y agua, lo que afecta a la presión arterial.
  • Condiciones médicas. Algunas enfermedades crónicas comunes en personas mayores, como la diabetes y las enfermedades renales, pueden afectar a la presión arterial.
  • Genética. La predisposición genética también puede desempeñar un papel en la hipertensión arterial, y si hay antecedentes familiares de presión arterial alta, existe un mayor riesgo.
  • Estilo de vida. El sedentarismo, el aumento de peso, la falta de actividad física, una dieta rica en sodio, el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo son factores que pueden contribuir a la aparición de hipertensión en personas mayores.
  • Problemas emocionales. Si la persona mayor sufre estrés, ansiedad, nerviosismo o trastornos del sueño de forma frecuente, esto también puede influir en la aparición de hipertensión. 

Síntomas de la hipertensión en personas mayores

La hipertensión a menudo no presenta síntomas evidentes, por lo que es conocida como «el asesino silencioso». La única manera de saberlo es midiéndola y llevando un registro que podemos hacer en casa o en el centro de salud. No obstante, si hay una gran subida de tensión repentina, sí que podemos notar una serie de síntomas:

  • Dolor de cabeza muy fuerte. Aunque los dolores de cabeza no son específicos de la hipertensión, algunas personas pueden experimentar dolores de cabeza crónicos como causa de la hipertensión.
  • Fatiga y debilidad. La falta de energía, la fatiga y la debilidad pueden ser síntomas de hipertensión, aunque estos también pueden estar relacionados con otros problemas de salud.
  • Problemas de visión. La hipertensión no controlada puede afectar a los vasos sanguíneos de los ojos, lo que puede resultar en cambios en la visión, visión doble o incluso pérdida de la visión en casos graves.
  • Zumbido en los oídos. Algunas personas mayores con hipertensión pueden experimentar zumbidos en los oídos, también conocidos como tinnitus.
  • Palpitaciones cardíacas. La hipertensión no tratada puede afectar al corazón y los pulmones, especialmente durante el ejercicio.
  • Mareos y problemas de equilibrio. La hipertensión puede afectar el flujo sanguíneo del cerebro, lo que podría causar mareos o problemas de equilibrio o vértigo.

Riesgos asociados a la tensión alta en mayores

La hipertensión arterial en personas mayores puede aumentar el riesgo de diversas complicaciones y condiciones de salud. Algunos de los riesgos y consecuencias asociados a la presión arterial alta en personas mayores son:

  • Enfermedades cardiovasculares

La hipertensión es un factor de riesgo importante para enfermedades del corazón, como la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardíaca y los infartos. La presión arterial alta puede dañar las arterias coronarias y aumentar la carga de trabajo del corazón, ya que cuando la presión arterial es alta, el corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre. De este modo, si el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, se produce una insuficiencia cardíaca.

  • Accidentes cerebrovasculares (ACV)

La presión arterial alta es un factor de riesgo significativo para los accidentes cerebrovasculares. Puede dañar las arterias cerebrales o provocar la formación de coágulos sanguíneos que pueden bloquear el flujo sanguíneo al cerebro.

  • Enfermedad renal crónica

La hipertensión puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en los riñones y aumentar el riesgo de enfermedad renal crónica. 

  • Problemas de visión

La hipertensión no controlada puede afectar los vasos sanguíneos en los ojos, lo que puede llevar a problemas de visión e incluso a la pérdida de la visión. 

  • Problemas cognitivos

Algunas investigaciones sugieren que la presión arterial alta podría estar asociada con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia en personas mayores afectando a la capacidad para pensar, recordar y aprender. 

  • Aneurismas

La presión arterial alta puede debilitar las paredes de los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de formación de aneurismas (dilataciones anormales de los vasos sanguíneos). Si un aneurisma se rompe, puede poner en riesgo la vida.

  • Insuficiencia arterial periférica

La presión arterial alta puede afectar la circulación sanguínea en las extremidades, lo que puede dar lugar a la insuficiencia arterial periférica.

  • Problemas de sueño

La hipertensión puede contribuir a trastornos del sueño, como la apnea del sueño, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares.

Cómo controlar la hipertensión en personas mayores

Los riesgos de la hipertensión pueden reducirse o prevenirse en gran medida mediante la adopción de un estilo de vida saludable que incluya:

  • Dieta saludable

Disminuir la ingesta de sodio puede ayudar a controlar la presión arterial. Esto implica evitar alimentos procesados y añadir menos sal a las comidas. También es esencial seguir una dieta rica en frutas, verduras, frutos secos, cereales, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa. Por último, usar aceite de oliva como grasa principal

  • Actividad física regular

La actividad física regular, como caminar, nadar o hacer ejercicios de bajo impacto, puede ayudar a mantener la salud cardiovascular y controlar la presión arterial.

  • Mantener un peso saludable

La pérdida de peso puede ayudar a reducir la presión arterial en personas con sobrepeso u obesidad. Esto generalmente se logra a través de una combinación de dieta y ejercicio.

  • Limitar el alcohol

El consumo moderado de alcohol puede ser aceptable, pero el exceso de alcohol puede aumentar la presión arterial, por lo que se recomienda limitar la ingesta de alcohol, especialmente en personas mayores.

  • Dejar de fumar

Fumar puede aumentar la presión arterial y también aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, por lo que abandonar este hábito es muy beneficioso para la salud en general.

  • Gestión del estrés

La gestión del estrés a través de técnicas como la meditación, la respiración profunda, el yoga o la práctica de hobbies relajantes puede contribuir al control de la presión arterial.

  • Medicamentos

En muchos casos es necesario combinar el cambio de hábitos con tratamientos farmacológicos (diuréticos, betabloqueantes, inhibidores de la ECA) que son siempre bajo prescripción médica. Es importante tomar los medicamentos según las indicaciones y programar revisiones regulares para ajustar la dosis según sea necesario.

Muchas enfermedades, como la hipertensión y sus consecuencias, pueden aumentar la dependencia de las personas mayores. Es por eso que en los Centros de Día y Residencias de Bouco cuidamos al máximo la alimentación y control médico de nuestros mayores con hipertensión, ofreciendo además actividades que propician el ejercicio y el mantenimiento físico y cognitivo que garantizan una buena calidad de vida.

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